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30.5.09

Papi, ¿de dónde salí yo?

A veces parece que se nos olvida que, después de tantos siglos de historia, por fin el ser humano ha sido capaz de responder a la pregunta de "¿de donde vengo?".

- Tú saliste de la barriguita de mami, hijo.
- Ya, pero ¿de dónde exactamente?

- Pues tú has salido de papá y de mamá. En un ciclo femenino ella transformó una de sus células en un óvulo. Dentro de aquel óvulo se encontraba la mitad de tu información genética.
Es decir, que si en vez de aquel óvulo hubiese sido otro, tú ya no serías tú, serías "otro hermanito", pero no tú: a lo mejor tendrías el pelo diferente, otro color de ojos, otro carácter, sería niña en vez de niño...
Y lo mismo ocurre con el espermatozoide que fuiste. Este lo fabricó papá (fue el más capaz entre cientos de millones) y se lo puso a mamá dentro de la tripita para que se uniera con el óvulo en el momento que se llama fecundación.

Justo en aquel momento de la fecundación, ese óvulo y ese espermatozoide dejaron de ser una cosa (gametos) para convertirse en otra totalmente diferente (cigoto). Una célula que contenía toda tu información genética y que fue capaz por sí sola de dar lugar a un precioso bebé como fuiste tú.

- ¿Por sí sola?
- Sí, por sí sola. Porque cuando un se forma un cigoto, sin esperar ni un minuto, comienza a desarrollarse en un proceso largo, complejo y maravilloso hasta dar lugar a un cuerpo humano completo. No es como un coche que al ser fabricado se le van añadiendo piezas, no. Es más bien como un huevo que contiene todo lo que necesita para dar lugar a una nueva vida. Solo que, en nuestra especie, lo que rodea al embrión no es un huevo, sino su propia madre con una estupenda placenta y un cordón umbilical que le mantiene unido a ella.

- ¿Entonces es como si mami hubiera sido mi huevito?
- En cierto modo sí. Hubo un momento en el que tú eras un embrión y llegaste a una parte de la barriguita de mami que se llama endometrio; es esponjoso y calentito. Allí es donde ocurre la anidación, o sea, que mami con su cuerpo te rodeó y fabricó todo lo que necesitabas para seguir creciendo.

- Seguro que crecí tanto como ahora.
- Sí, gracias a Dios, porque tú pudiste nacer.

- ¿Por qué dices que "pudiste nacer"?
- Porque algunas mujeres rompen su embarazo. Otras se toman una pastilla para que cuando el embrión llegue al endometrio no se pueda quedar allí y se muera.

- ¿Y hay niños que no nacen?
- Un cigoto nace si se le deja nacer. Como un huevo, siempre y cuando se le incube y no se le aplaste.

- ¿Por qué hacen eso, papi?
- Porque, desgraciadamente, cariño, hay madres a las que han hecho creer que sus hijos no son sus hijos hasta que no salen del huevo, o incluso hasta que "no son capaces de sobrevivir fuera del huevo por sí mismos" si lo rompemos.

- ¿Y un pollito puede vivir "por sí mismo" fuera del huevo?
- Claro que no, hijo mío. Siempre necesitará alguien que le cuide y le eche de comer. Igual que un recién nacido necesita leche y un montón de cosas más.