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24.12.10

¡¡¿¿Que hoy nos ha nacido quién...??!!




Vamos a ver. Mi bandeja de entrada se está llenando de correos que felicitan la Na(ti)vidad. Esta noche es Nochebuena, sí... pero ¿tanta celebración a cuénta de qué? Nuestro mundo es cada vez más complicado, más vertiginoso, y parece que precisamente este año tenemos poco que celebrar.
¿Por qué nos vamos a acordar ahora del nacimiento de un Mesías, de un profeta o de un gran hombre? ¡¿Dos mil y diez años después?! ¿Tiene este algo de sentido, tiene que ver algo conmigo y contigo?

El lenguaje cristiano nos traiciona. Porque en los mensajes se repiten frases cargadas de significado que nos pasan por alto: "...que el Niño Dios vuelva a nacer en nuestros corazones...".

El corazón. "La mayor parte de la gente no lleva a Dios en el corazón", me respondían a una felicitación reenviada. Y es verdad. Porque nuestros "corazón" no es un músculo cardiaco, sino que supone una realidad misteriosa de nuestro ser persona. Creer que estamos dotados de corazón supone pensar que somos algo más que carne, conexiones nerviosas y hormonas. Algo más que sentimientos y pensamientos. Es pensar que poseemos un alma inmortal que es la que nos anima y nos otorga libertad. Porque es que, además, nuestro corazón lo podemos llenar o vaciar de personas y cosas; podemos ocuparnos y preocuparnos de los demás (o no), podemos dedicar nuestro tiempo y nuestras energías a los demás (o no), podemos abrirnos a la presencia de Dios (o no). Y esto implica una concepción de la persona como un todo sensible con inteligencia y voluntad, capaz de amar.... o no. Corazón-alma-amor van de la mano, porque todos hemos experimentado alguna vez qué es eso del amor, pero lo podemos digerir como lo que es o como un gran engañabobos sentimental.

Por tanto, si existe Dios, la manera que tenemos de relacionarnos con Él es a través de nuestro yo-más-íntimo, de nuestro corazón. Y hoy - sí, después de tanto tiempo - lo que celebramos no es otra cosa sino que Dios existe y que no nos ha abandonado. Eso es lo que creemos los cristianos, porque el Niño de Belén es el mismo que por nosotros murió en una cruz y resucitó, para salvarnos del vacío y del absurdo y sinsentido del no-ser. Al establo se llega siguiendo un camino inverso, rebobinando la historia del Cristo... o no se llega.

Ese Dios vivo e intemporal es el que quiere "volver a nacer". Igual que aquel día quiso -por amor y nada más- encarnarse en un pequeñín, su voluntad es siempre la de formar parte de nuestra historia. Habitar nuestro corazón, que no es otra cosa que dejarle formar parte de nuestros pensamientos y emociones. "Abrid las puertas a Cristo" - es la idea. Llevar a Dios, tenerle presente en nuestras vidas.

Si hiciéramos esto... ¡qué alegría! Porque el encuentro con Dios no puede dejarnos indiferentes. El Niño-Dios pobre del pesebre tiene el poder de transformarnos y de cambiar todos nuestros humanos esquemas. Y, como por añadidura, la paz, la bondad y el amor... (¡el buen rollito!) nos hace dibujar una sonrisa y nos colma de una felicidad compartida.

Pues eso es lo que yo deseo para tí esta noche... y todas las demás noches.

10.11.10

Menudo Calvario




Su señorita de historia se llama Maricruz. En clase de música preparan ya un villancico para la actuación de Navidad. Su deportista favorito se santigua al entrar en el campo, y si se lesiona imitándole en un campo de segunda una ambulancia de la Cruz Roja acudirá en su socorro.
A doscientos metros de la puerta de su cole está la Calle de la Cruz, cerca de la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, aunque la patrona de su pueblo es La Virgen de la Piedad.
La Via de la Plata pasa muy cerca, camino de los restos de Santiago Apóstol, de cuya Orden procede la fundación de la villa.
En la clase de hoy la maestra habla del emperador Constantino y de cómo su ejército venció a las tropas de Majencio portando el Crucifijo en sus escudos.
Sus compañeras llevan decenarios muy de moda y pendientes en forma de cruz; incluso el más bruto de la clase cuando quiere retirarle la palabra a alguien hace un gesto de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
La mayor parte de sus compañeros van a clase de Religión, en su familia hay adultos que cargan con una cruz en la procesión del Viernes Santo -declarada de interés cultural- y la práctica totalidad de sus conciudadanos serán enterrados bajo este símbolo cristiano.

Pero hoy, el Jefe de Estudios, José María, ha entrado en su clase y ha quitado un crucifijo que colgaba de la pared.
Y es que sus padres -concejal del PSOE él- han acudido a los tribunales para conseguirlo. A pesar de que no forman parte del Consejo Escolar ni como padres ni como profesores que son. A pesar de la supuesta autonomía de los centros escolares. A pesar de que sus argumentos incluyen el “respeto y la tolerancia a todas las confesiones -o no- religiosas”. A pesar de la negativa de la mayor parte de la comunidad educativa.

Y es que estamos en el 2010 (después de Cristo) y parece que ahora molesta lo que durante siglos ha sido símbolo de entrega, de sacrificio, de trascendencia y de inspiración.

¿A quién queremos engañar? Negar la cruz es negar nuestra cultura (desde las Canarias hasta los óscars pasando por el Guantanamera). Es dejar de respetar las creencias y la historia de nuestro pueblo. Es despreciar el arte y no comprender que la religión es algo que nos define, las compartamos o no; exactamente de la misma manera que nos define el fútbol, o los toros, o el vino... los compartamos o no.

Lo ha dicho el Papa hace este mismo fin de semana. Si esto no es anticleriscalismo y un laicismo agresivo...

El mismo Ortega y Gasset, que da nombre al colegio de Almendralejo en que hoy se comete este atropello ideológico ya se daba cuenta cuando escribió:
“Cuidado de la democracia. Como norma política parece cosa buena. Pero la democracia del pensamiento y del gesto, la democracia del corazón y de la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad”.

Gracias a Dios hay cosas que van más allá de si lo que cuelga de la pared es una cruz o un póster de Jesucristo Superstar. Al fin y al cabo, el que cuelga del madero estuvo allí porque ciertamente molestaba y su respuesta fue – como siempre -muy reveladora: “Perdónales porque no saben lo que hacen”.

26.9.10

Entrevista a Bibiana y Trinidad

- Ministra Bibiana, ¿qué es la vida?
- La vida es una enfermedad mortal de transmisión sexual.
- Ministra Trinidad, ¿está ud. de acuerdo con esa definición?
- Sí, pero que no cunda el pánico: ya tenemos cura.
- Ahhh, eso aclara mucho las cosas...