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10.11.10

Menudo Calvario




Su señorita de historia se llama Maricruz. En clase de música preparan ya un villancico para la actuación de Navidad. Su deportista favorito se santigua al entrar en el campo, y si se lesiona imitándole en un campo de segunda una ambulancia de la Cruz Roja acudirá en su socorro.
A doscientos metros de la puerta de su cole está la Calle de la Cruz, cerca de la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, aunque la patrona de su pueblo es La Virgen de la Piedad.
La Via de la Plata pasa muy cerca, camino de los restos de Santiago Apóstol, de cuya Orden procede la fundación de la villa.
En la clase de hoy la maestra habla del emperador Constantino y de cómo su ejército venció a las tropas de Majencio portando el Crucifijo en sus escudos.
Sus compañeras llevan decenarios muy de moda y pendientes en forma de cruz; incluso el más bruto de la clase cuando quiere retirarle la palabra a alguien hace un gesto de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
La mayor parte de sus compañeros van a clase de Religión, en su familia hay adultos que cargan con una cruz en la procesión del Viernes Santo -declarada de interés cultural- y la práctica totalidad de sus conciudadanos serán enterrados bajo este símbolo cristiano.

Pero hoy, el Jefe de Estudios, José María, ha entrado en su clase y ha quitado un crucifijo que colgaba de la pared.
Y es que sus padres -concejal del PSOE él- han acudido a los tribunales para conseguirlo. A pesar de que no forman parte del Consejo Escolar ni como padres ni como profesores que son. A pesar de la supuesta autonomía de los centros escolares. A pesar de que sus argumentos incluyen el “respeto y la tolerancia a todas las confesiones -o no- religiosas”. A pesar de la negativa de la mayor parte de la comunidad educativa.

Y es que estamos en el 2010 (después de Cristo) y parece que ahora molesta lo que durante siglos ha sido símbolo de entrega, de sacrificio, de trascendencia y de inspiración.

¿A quién queremos engañar? Negar la cruz es negar nuestra cultura (desde las Canarias hasta los óscars pasando por el Guantanamera). Es dejar de respetar las creencias y la historia de nuestro pueblo. Es despreciar el arte y no comprender que la religión es algo que nos define, las compartamos o no; exactamente de la misma manera que nos define el fútbol, o los toros, o el vino... los compartamos o no.

Lo ha dicho el Papa hace este mismo fin de semana. Si esto no es anticleriscalismo y un laicismo agresivo...

El mismo Ortega y Gasset, que da nombre al colegio de Almendralejo en que hoy se comete este atropello ideológico ya se daba cuenta cuando escribió:
“Cuidado de la democracia. Como norma política parece cosa buena. Pero la democracia del pensamiento y del gesto, la democracia del corazón y de la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad”.

Gracias a Dios hay cosas que van más allá de si lo que cuelga de la pared es una cruz o un póster de Jesucristo Superstar. Al fin y al cabo, el que cuelga del madero estuvo allí porque ciertamente molestaba y su respuesta fue – como siempre -muy reveladora: “Perdónales porque no saben lo que hacen”.