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30.11.15

Fernando Savater, "apologeta" de Educación para la Ciudadanía de ZP.

Acabo de leer con asombro la última columna de opinión de Fernado Saveter en ElPaís, el periódico socialista de tirada nacional más leído en España.

Vaya por delante que no me extraña encontrar en este diario una opinión tan reaccionaria como la que se vierte en contra de la asignatura de Religión, pero tenía en gran estima a este 'filósofo' de nuestro tiempo. Creo que ha aportado luz en determinados momentos de confusión en nuestro país - especialmente en el caso de la argumentación en contra del terrorismo etarra - y precisamente por eso me sorprende el desparpajo con el que desprecia el fondo del debate: ¿qué significa que el estado sea aconfesional? Y, por otro lado, ¿tiene sentido mantener los acuerdos con la Santa Sede?

Savater pretende resolver el problema diciendo claramente: "Supongamos que “aconfesional” no sea un eufemismo por “laico”, que es como lo suele entender la gente bienintencionada". Es decir, que los padres de la constitución española, aquellos que hicieron el gran esfuerzo durante la transición de tratar de poner de acuerdo a las dos españas, ¿no fueron todos bienintencionados? ¿Querían decir en realidad "laico" pero se quedaron en un eufemismo? ¿Todos ellos?

Discupe Ud., señor Savater, pero NO. Ni me lo creo ni considero que su opinión sea compartida por la mitad española más bienintencionada. Yo nací "ya en democracia", en 1977, no soy nadie y mi opinión no será compartida 10.000 veces en Facebook, pero no tiene usted razón.

Basta ya de esconder intenciones. Aquí de lo que se trata es de "quitar poder a la Iglesia" y de "ahorrarse el debate frente a las ideas cristianas", que resultan incómodas e incluso hirientes en determinados casos, negando la mayor. "Dios no existe" y, por tanto, aquellos que quieran manifestar lo contrario que lo hagan en privado (¡pobrecitos!) pero sin interferir en el debate público, ni en las instituciones ni en la educación. A la mierda con los acuerdos Iglesia-Estado y con todo aquello que vaya en contra de los intereses de este ateísmo militante.

El problema es que para que eso ocurra en España, primero deben terminar de destruir a la españa cristiana militante. No somos muchos, es verdad, pero somos y estamos en todas partes. Y, además, ¡¿qué fue de la libertad de conciencia que esgrime en contra de la religión?! ¿De verdad no se da cuenta de que predica con todo menos con el ejemplo?

No. Tampoco. No me lo creo. Es algo premeditado. Tan premeditado que la alternativa que sugiere es nada más y nada menos que la vuelta a una asignatura "de todos". Una "tan poco sospechosa" como Educación para la Ciudadanía. Sí, aquella impuesta por el gobierno de ZP a todos los españolitos y a la que objetamos más de 50.000.

Es decir, quitemos la religión católica para adoctrinar con una nueva. Es la religión del materialismo agnóstico e intrascendente. Es la filosofía del hedonismo individualista. Es la pseudociencia de la ideología de género. Es la tiranía del relativismo moral. Es la imposición de las ideas socialistas aderezadas con un liberalismo globalizado y atroz.

En definitiva, la misma guerra de siempre. La que termina quemando iglesias y profanando lo sagrado para darse cuenta, finalmente, de que no somos nadie. Y yo no quiero esa guerra otra vez, don Fernando, ni a esos ciudadanos convenientemente adiestrados.