Hoy ha sido un día dedicado al jardín: nada mejor que una actividad relajante-pero-productiva para la jornada de reflexión. Y, aunque se ha hecho un poco tarde, he cosechado entre col y col unas cuantas buenas reflexiones, que de eso se trata.
Me pregunto: ¿qué es lo mejor o lo peor que puede pasar mañana? El panorama político ha cambiado tanto desde las últimas elecciones generales que la sensación de inseguridad - Brexit aparte - ha alcanzado cotas más elevadas que en los 20 años que llevo votando a nuestros representantes. Todo parece incierto, a pesar de tratarse de una 'mera repetición' de las elecciones de hace seis meses.
Nos han asustado mediáticamente con el sor-paso, con la desintegración del bipartidismo, etc.
Pero siendo realistas, veo dos opciones en general con un factor clave: da igual quién "gane" las elecciones porque aquí lo importante será formar gobierno. En este sentido encuentro dos alternativas probables:
1 - Que gane el PP y gobierne con C's (o remotamente con la abstención del PSOE). Para ello lo más plausible es que sumen, pacten y Rajoy no sea presidente, sino... ¿Soraya? Sin duda sería un pelotazo "progresista", con la primera presidenta del gobierno. Este es un as que tienen en la manga.
2 - Que gane la izquierda, con una suma de la coalición PSOE-C's lo suficientemente fuerte como para gobernar con la abstención de PODEMOS o incluso para que el PP se vea obligado a dejarles gobernar (al menos durante unos meses).
En este caso el nuevo presidente del gobierno sería Pedro Sánchez.
¿Que por qué no digo nada de PODEMOS? Pues porque no les veo gobernando en ningún caso. Una cosa es ser muy mediáticos, triunfar en las encuestas de Twitter (que ya hemos visto cómo fallan más que una escopeta de feria) y otra cosa es tener que pactar con un PSOE que sabe que sería un suicidio colectivo. ¿PSOE con PODEMOS e IZQUIERDA UNIDA haciendo políticas conjuntas? Si son demasiado radicales, los votantes socialistas más moderados empezarán a protestar (pensad en Fernández Vara, por ejemplo, que está sufriendo en sus carnes los despropósitos podemitas en Extremadura). Y si son políticas demasiado moderadas, los círculos y las bases comunistas empezarán a protestar. En definitiva: sería algo así como ha pasado en Cataluña con las CUP. No lo veo viable.
La única opción de que el joven pirata 'Les Churches' sea presidente es con mayoría absoluta, o pactando con C's con el rollo de la regeneración política (repartiendo sillones, vaya). Es decir, que PODEMOS y PP están en situaciones muy similares, en realidad.
Hecho este análisis, por tanto, tenemos dos futuribles: un gobierno continuista del PP o un gobierno reformista del PSOE, en ambos casos 'fiscalizados' por la supuesta sensatez de C's.
A primera vista parecería que la cosa "no está tan mal" desde el punto de vista de un católico moderado como yo. Sin embargo, la situación creo que es muy preocupante para los cristianos comprometidos, y voy a tratar de explicar por qué.
> En las pasadas elecciones el Partido Popular centró su campaña electoral en la política económica. No es nada nuevo, ciertamente. Pero sabía que en esta ocasión había un fantasma planeando las conciencias de sus votantes: su incapacidad para mantener el compromiso de supresión de la Ley del Aborto, así como otras normas que constituyen el legado de ZP.
Da la sensación de que "los mejores" terminan abandonando el PP por la puerta de atrás, topándose una y otra vez con lo "políticamente correcto".
> El resultado: algo así como 3.000.000 de votantes del PP en 2011 que decidimos negarles el voto a modo de castigo. Por supuesto que no estoy diciendo que todos esos votos sean de católicos comprometidos asqueados por la "amoralidad" del gobierno de Rajoy, no. Pero es difícil valorar, en todo caso, los motivos. El caso es que la corrupción, la falta de coherencia, el discurso únicamente económico... hizo que muchos, muchos españoles dejaran de sentirse representados por el PP. Y entre ellos los católicos que llevamos años y años escuchando hablar del "voto útil".
> Albert Rivera con Ciudadanos, sin duda, recogió muchos de esos votos. Un voto moderado, constitucional, sensato. Pero su pacto con el PSOE ha hecho desmoronarse las esperanzas de aquellos que querían ver en C's al "nuevo partido popular".
> PSOE, PODEMOS y el resto de fuerzas con representación parlamentaria vienen a todo menos a pensar en la voluntad de Dios. Los comunistas se manifiestan claramente beligerantes con las manifestaciones públicas de la fe, con la enseñanza concertada, la Religión en las aulas, etc.etc.etc.
En conclusión: el panorama es este. (1) O seguir sirviendo de apoyo a un gobierno cada vez más secularizado e indiferente a la moral y la ética cristiana, con leyes que no fomentan la vida, la familia, el matrimonio hombre-mujer, el cuidado de la naturaleza, la fraternidad, la libre enseñanza... y todo aquello que consideraríamos democristiano, o (2) sufrir un nuevo gobierno al estilo de ZP, que lleve aún más lejos este tipo de políticas de relativismo moral, igualdad por la bajeza y acoso y derribo al hecho religioso.
¿Existe una alternativa? Sí.
> La CEE nos ha venido repitiendo por activa y por pasiva que no debemos votar aquello que, en conciencia, no cuadra con el planteamiento cristiano de la vida y de la sociedad. Hace nada lo recordaba el obispo José Ignacio Munilla, experto en moral y en doctrina social de la Iglesia.
> Siempre ha habido partidos minoritarios con programa católico: Falange, AES, PUM+J...
> El problema de estos partidos es que no han obtenido nunca representación parlamentaria, y esta es la pescadilla que se muerde la cola.
> A día de hoy VOX es la alternativa para el voto católico en casi toda España, siempre y cuando la orientación previa del voto sea conservadora ("de derechas", si queréis).
¿Y por qué los católicos deberían votar a VOX en lugar de al PP?
Pues por varios motivos. Primero porque no hacerlo es dar la razón a los que retiraron la iniciativa de derogación de la ley del aborto: "no hace falta representar a los católicos, seguirán votando al PP como mal menor". En definitiva, la religión dejará de influir en el panorama político; nunca hará falta mencionarla, ni pensar en sus principios, ni que trascienda en la vida parlamentaria.
En segundo lugar, porque difícilmente un católico comprometido puede estar contento con un gobierno que mantiene las leyes del divorcio exprés, del cambio de sexo en menores,... un gobierno que mantiene situaciones de discriminación a los colegios concertados y los profesores de religión, de inacción ante los asaltos a las capillas universitarias, de falta de ayudas a la natalidad, de programas de educación afectiva y sexual estatales que reparten preservativos a modo de "conclusión", de calendarios de fiestas que van suprimiendo solemnidades católicas, etc.etc.
En tercer lugar, porque los pocos que hemos dado un paso adelante para tratar de fundar un partido que nos represente ¡también necesitamos ánimos! :D
Y, por último, porque el voto a VOX también es un voto útil (al menos en la circunscripción de Badajoz). Lo que hace es poner más caros los escaños, y eso es algo que acaba beneficiando a los partidos más votados (en las últimas elecciones, PP).
Por todo lo anterior yo creo en un voto en conciencia, un voto católico, un voto útil para que con el tiempo podamos estar representados. Un voto de esperanza. Un voto a VOX.