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9.10.13

Diálgo fe-razón con don Luis Gahona.

Tuve la suerte de poder participar en el XXIII encuentro de FRC en Salamanca hace unas semanas y me quedé con las ganas de comentarle algunas ideas sobre la magnífica charla que nos dio don Luis Gahona, sacerdote y estudiante de Física en Harward (entre su extenso curriculum). La organización me ha facilitado gentilmente su correo electrónico, así que me he atrevido a escribirle, pidiéndole que disculpe mis imprecisiones conceptuales, filosóficas o teológicas.

"En primer lugar, tengo que decir que la ponencia me encantó. Soy biólogo molecular (además de profesor de Música) y creo que consiguió hacer inteligible - no sin esfuerzo - la gran mayoría de los contenidos que expuso al "común de los mortales", con o sin formación en el ámbito científico.
Afortunadamente, mis humildes conocimientos (a los que se une mi afición por la ciencia ficción) me permitieron sacar gran jugo de su brillante y sintética exposición.

Dicho esto, hay algunos aspectos que me gustaría me pudiera matizar o aclarar. Intentaré ser breve para no robarle demasiado tiempo:

- Creo que hay dos 'puntos de giro', si me permite la expresión, en la sucesión de ideas que presentaba. El punto 15º (la filosofía explica la materia como materia formada) y el punto 16º (Racionalidad materializada).
Efectivamente, tal y como usted dijo, si ni la materia ni la energía (ni, por ende, las leyes dinámicas del universo que rigen sus interacciones) procedieran de una inteligencia creadora se daría la paradoja que "la materia se hubiera trascendido a sí misma, dando lugar a una inteligencia capaz de autoreconocerse como tal" (más o menos, ¿no?). Pero esto, en definitiva, hace referencia al diseño inteligente y al antiquísimo planteamiento filosófico del reloj sin relojero de Voltaire.

Quiero decir que los científicos autodenominados "racionalistas" no encontrarán dificultad alguna para refutar tal argumentación, y ciertamente creo que llevarían razón al afirmar que para explicar este gran misterio no es necesario 'inventar' otro Misterio aún más 'inverosímil' como es el de la existencia del Dios creador de los cristianos. Dirían que sencillamente aún no disponemos de la información necesaria y suficiente como para explicar el diseño 'aparentemente inteligente' del universo. De ahí a dar el salto a la filosofía o la teología, siendo estas disciplinas no científicas... hay un paso muy grande que no todos se atreven a dar, pienso que con razón.

Por supuesto, para nosotros, creyentes, sí que son argumentos apologéticos válidos, que aportan razonabilidad a nuestra fe. Es un diálogo fe->razón interesante, aunque probablemente estéril en el sentido razón->fe.

- Hay un punto fundamental que pasó (necesariamente) un poco por encima: el de la libertad del ser humano y el determinismo. Esta realidad experimentada por el hombre que llamamos "libertad" o "libre albedrío" me parece un nexo interesantísimo entre fe y razón. Dicho de otro modo, si conseguimos explicar bien las implicaciones de una cosmovisión racionalista y determinista podremos al menos mover al acercamiento entre posturas aparentemente muy enfrentadas. Veo en el "misterio" un gran punto de unión entre ambas. Si la realidad de lo creado, la organización del universo, la arquitectura aparentemente inteligente, etc. nos interpela a buscar lo trascendente, la falta de explicación plausible sobre la misma experiencia del hombre debe hacer enfrentarnos a la Verdad (o a la ausencia de toda verdad). Volveré sobre ello para cerrar mi planteamiento.

- Eché en falta alguna referencia a otro aspecto clave entre el diálogo fe-razón. Me refiero a que si el conocimiento científico se basa en la experimentación (más o menos controlada por el científico) la fe parte de la experiencia de fe (bajo cuyos efectos nos precipitamos de un modo individual y sin que sean en absoluto reproducibles).
Siguiendo el lema del encuentro, "El que lo vio, da testimonio", podríamos decir que la fe es una potencialidad que se experimenta y se comunica. La fe es algo propio y exclusivo del ser humano, pero aún así es muy fácil para un biólogo explicar cómo la teoría de la evolución garantizó a los homínidos con semejante carácter adquirido (fenotipo religioso) toda una serie de ventajas evolutivas sobre sus competidores...
¿Puede la ciencia explicar el 'sentimiento religioso' del ser humano? La respuesta es sí. Un sí rotundo.
Y, si la ciencia es capaz de explicar el hecho religioso que denominamos "fe"... ¿por qué no despreciarlo o eliminarlo, una vez superada la ventaja evolutiva? Serían argumentos fáciles de esgrimir desde el punto de vista ateo o agnóstico racionalista.
Al igual que la ciencia "explicaría" el amor en base a reacciones químicas y a la necesidad de reproducción de la especie (probablemente), podría "explicar" la aparente necesidad de fe en la naturaleza humana mediante la selección natural de genes gregarios que supusieron una ventaja evolutiva muy fuerte.

- Aterrizo definitivamente donde quiero llegar: la fe cristiana, según bellamente nos recordó D. Luis Fernando de Prada, tiene su centro en el corazón traspasado de Cristo en la cruz. La fe, como llama viva, parte de la experiencia histórica de un Dios real que se ha manifestado por pura voluntad salvífica. Un Dios que no está sujeto a las leyes 'de la razón científica'.

En definitiva, el mismo Dios se sirvió de la violación de las leyes naturales para manifestarse al hombre mediante la resurrección de la carne.
La cumbre de la revelación, siendo razonable, trasciende a la razón y a toda lógica humana.
"Verdaderamente este era el Hijo de Dios". Pero, ¿por qué? ¿Por qué Dios nos pide creer mediante un acto de fe testimonial? ¿Ha dejado abierta la vida del acceso a la divinidad únicamente mediante la razón?

- Finalmente, ¿acaso no ha tenido precisamente Dios que 'ocultarse' a los ojos del hombre bajo la apariencia de 'verdad científica' precisamente para respetar su libertad de creer o no creer?
Si no fuera posible una cosmovisión posible al margen de Dios, ¿dónde quedaría la libertad del científico para no creer?
Es decir, que si asombroso y maravilloso es el Universo creado, aún más inaudito es cómo el Creador ha deseado permanecer oculto bajo la apariencia de una singularidad, de cuatro fuerzas naturales, de leyes dinámicas, constantes universales, etc. etc.
Y todo por Amor, para respetar nuestra libertad."

A ver si me contesta, porque me haría mucha ilusión. Os tendré al tanto...

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