He invitado a Dios a casa.
¿Hasta dónde le dejaré entrar?
Dice que la quiere entera. Que quiere pasar hasta la cocina.
Sólo tengo una habitación donde no sé si estoy dispuesto a dejarle entrar...
Tengo miedo a que me la desmantele.
¡Malditas aficiones!
0 comentarios:
Publicar un comentario