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27.3.14

1/2 Tengo visita.

Disculpa, Señor, el desorden de mi habitación.
¿Te importa? No soy profesional de la limpieza... ¿Qué quieres de mí?

El Amor de Dios de debe ser apabullante, según los testimonios de los santos y de los que han 'estado' en el cielo. Está claro que si me visitara hoy en casa de un modo patente me haría sentir algo especial.
En casa de Leví, Él participó del banquete. Estaba contento. Eran pecadores. No ha venido a salvar a los justos sino a los pecadores.

A pesar de todo... yo no quiero ser un pecador. Me gustaría no pecar para no ofender a Dios y para sentirme bien conmigo mismo. Sería bueno.
¿Jesús me quiere porque soy pecador? Porque serlo lo soy.
Tengo paz. Vivo en paz.
¿Debería?

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